La crianza con empatía se ha convertido en un tema cada vez más popular en la actualidad, ya que se ha demostrado que tiene un gran impacto en el desarrollo emocional y social de los niños. La empatía es la capacidad de comprender y sentir las emociones de los demás, y es fundamental para ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales y emocionales.
Pero, ¿con qué se come esto? ¿Nacemos con empatía? Según los expertos, La empatía es una habilidad compleja que se desarrolla a lo largo del tiempo, y se cree que es un proceso que comienza desde el nacimiento. Los bebés tienen la capacidad innata de reconocer las expresiones faciales y el tono de voz de los demás, lo cual es una forma temprana de empatía. A medida que los niños crecen, van desarrollando habilidades sociales y emocionales más complejas, como la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus sentimientos. Aunque algunas investigaciones sugieren que existen diferencias individuales en la empatía, la mayoría de las personas tienen la capacidad de desarrollar esta habilidad.
Entonces, la empatía es una habilidad, como lo es la lectura, la escritura, el lenguaje, y para desarrollar o mejorar una habilidad usamos un proceso continuo que implica la práctica, el aprendizaje y la retroalimentación. Así, traducimos esto en que, para desarrollar la habilidad de empatía en un niño, implica primero crear ciertas condiciones, como por ejemplo un ambiente de confianza y seguridad para los niños, en el que se les permita expresar sus emociones y sentimientos. Esto les ayuda a entender sus propias emociones y las de los demás, y les permite aprender a manejarlas de manera saludable.
Los padres o cuidadores juegan un papel importante en la crianza con empatía al ser un modelo a seguir en el manejo saludable de las emociones, ser conscientes de las emociones de los hijos y fomentar un ambiente de comunicación abierta y honesta. La crianza con empatía también implica enseñar a los hijos cómo resolver conflictos de manera pacífica y constructiva.
¿Entonces, qué tal, si criando niños con empatía llenamos el mundo de adultos emocionalmente responsables?